Según cifras de la Superintendencia de Salud durante el 2017 unas 16.074 personas sufrieron un trauma ocular grave. Esto significa a 44 casos por días. Son cifras como estas las que llevan a que en países como Chile, México, Guatemala, Colombia, Ecuador y Perú celebren en forma conjunta una fecha para concientizar sobre la importancia de la prevención y el cuidado. Esta celebración se realiza cada 23 de agosto.
“Queremos que las personas tomen conciencia de que el riesgo de trauma ocular es posible de prevenir con resguardos muy sencillos”, comenta el doctor Dennis Cortés, presidente de la Sociedad Chilena de Oftalmología (SOCHIOF), organizadores en Chile junto a la Asociación Panamericana de Trauma Ocular (APTO) de esta iniciativa, que cuenta con el patrocinio del Ministerio de Salud y la Mutual de Seguridad.
El objetivo de esta actividad es enseñar sobre la necesidad de aplicar ciertos cuidados para disminuir los riesgos al realizar actividades cotidianas como usar cloro líquido o martillar un clavo: “Para todas estas actividades, por más simples que parezcan, es fundamental usar gafas protectoras para evitar la exposición a químicos y los cuerpos extraños en el ojo”, advierte Cortés.
Con el fin de que la comunidad médica no oftalmológica tenga herramientas que les permitan reaccionar adecuadamente ante una emergencia de este tipo, con ese motivo la SOCHIOF y el MINSAL elaboraron un texto dirigido a médicos generales de urgencia que puedan aplicar frente a pacientes con trauma ocular.
Un trauma ocular grave es una lesión que compromete al ojo o las estructuras adyacentes. Las causas pueden ser golpes, heridas penetrantes y o exposición a químicos derivadas de actividades en el hogar, agresiones físicas, deportes, las actividades laborales industriales, agrícolas, la construcción y los accidentes de tránsito.
Otra causa habitual es la herida por cuerpo extraño, como clavos y otros que producen una lesión ocular en que la misma cicatriz puede producir una herida que produzca un daño total o parcial de la visión.
Recomendaciones
Usar lentes protectores (los lentes comunes no protegen del trauma ocular).
En caso de cuerpo extraño que no sale al pestañear, no intentes removerlo y traslada a la persona al centro de salud más cercano para que lo evalúe un médico.
Al usar un químico, infórmate de los riesgos.
En caso de exposición a un químico, lava con abundante agua. Esto permite disminuir la concentración o diluir el químico.
Es recomendable no parchar el ojo y asistir inmediatamente a un centro asistencial para asegurar un aseo profundo y evaluar la acción del químico.
Síntomas que requieren atención médica
Visión borrosa.
● Dolor ocular.
● Fotofobia.
● Secreción o exudación.
● Sensación de ardor.
● Prurito (picazón).
● Diplopía (ver doble).
● Lagrimeo.
● Fotopsias (sensación de visión de luces o destellos sin que hayan existido estímulos luminosos externos, por lo que pueden percibirse incluso con los ojos cerrados).
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