Marcela Varas Rocco, Directora de carrera de Terapia Ocupacional UDLA Viña del Mar,
Magister en Educación, Mención Gestión Inclusiva
Luego del estallido social en nuestro país, muchas son las demandas que la ciudadanía y sus diversos grupos han manifestado.
Uno de estos grupos y de gran relevancia, es el de las Personas en Situación de Discapacidad (PsD), quienes han hecho notar que hasta el momento sus requerimientos no han sido escuchados por las autoridades, al igual que el de aquellas personas que requieren apoyo de profesionales de la salud para mejorar su calidad de vida.
En noviembre el Gobierno hizo un claro anuncio: las personas inscritas en el Registro Nacional de Discapacidad y que pertenezcan al Fondo Nacional de Salud (Fonasa) podrán acceder a prestaciones fonoaudiológicas y kinesiológicas de manera ilimitada en la modalidad libre elección. Además, a partir de enero de 2020 habrá codificación y cobertura financiera para prestaciones de Terapia Ocupacional, la que hasta el momento no formaba parte de la cartera de prestaciones de Fonasa y quien demandase de este servicio debía hacerlo de manera completamente particular. Este es un hito para el área de la Terapia Ocupacional, para prestar un servicio accesible a los usuarios.
Entendiendo la importancia de nuestro rol social y el compromiso ético y comunitario con la sociedad, los terapeutas ocupacionales sentíamos que estábamos al debe en esta materia y que la atención en el área era un privilegio, debido a lo cual el Colegio de Terapeutas Ocupacionales hace bastante tiempo inició un largo camino en pro del cumplimiento de este objetivo, favoreciendo y promoviendo así lo que establece la Constitución de la Organización Mundial de la Salud, que afirma que “el goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano”.
El detalle de este anuncio del Gobierno se traduce en prestaciones que cubrirán: atención integral ocupacional (evaluación, rehabilitación y seguimiento del paciente); ayudas técnicas como prótesis, órtesis, bastones, sillas de ruedas y software para facilitar la comunicación; además de intervención en el hogar, como la ayuda del terapeuta ocupacional para la adaptación de las personas a actividades de su vida cotidiana.
A días de este maravilloso anuncio, surgen un sinnúmero de interrogantes y nuevos desafíos por los que seguir trabajando, pues el amplio espectro de prestaciones que incluye la Terapia Ocupacional no se satisface brindando la opción de atención sólo a las personas con registro de discapacidad.
Pero aquí está lo desafiante de este beneficio. La invitación es a ver lo que se ha logrado, pero a seguir avanzando para sumar nuevos beneficios para nuestros usuarios, siempre en sintonía con nuestro compromiso con la comunidad, con la responsabilidad ciudadana y con la ética que tenemos como profesionales.
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