En Chile, el 27,6% de los adultos son hipertensos y anualmente fallecen en promedio unas quince mil personas a causa de esta enfermedad según lo indicado por la última Encuesta Nacional de Salud desarrollada por el Gobierno.
Una de las principales causas de estas cifras es que los compatriotas consumen aproximadamente 9,4 gramos de sal al día a pesar de que la Organización Mundial de la Salud recomienda no sobrepasar los cinco gramos.
Actualmente está científicamente demostrado que reducir la ingesta de sodio puede ayudar a disminuir la presión arterial y así lograr bajar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y cardiopatías coronarias.
Ante esta realidad, el bioquímico de la ciudad de Cáhuil, ubicada en la comuna de Pichilemu en la Región de O´Higgins, Héctor Quinteros, creó un nuevo formato de sal de mar que posee un 75% menos de sodio que la versión común.
En la práctica, significa que este producto tiene menos de un diez por ciento de sodio a diferencia de los otros tipos de sal que contienen un 39%. Esto, gracias a que está hecha en formato líquido, lo que además permite regular de mucho mejor manera la cantidad usada gracias a la utilización de un atomizador.
A esto se suma que al ser un spray combate una de las características más comunes de la sal que al ser higroscópica absorbe la humedad del ambiente, formando grumos que muchas veces se traducen en una dosificación inadecuada que terminan en un consumo de sal mayor al deseado.
El hecho de que esta sal de mar no se aglomere, como la sal presentada en forma de grano grueso o entrefino, permite aplicarla directamente en el plato logrando un sabor homogéneo que rescata la tradición centenaria de las salinas de esta zona.
De hecho, los salineros de esta localidad el año 2011 obtuvieron el reconocimiento como Tesoros Humanos Vivos por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Ministerio de Cultura de Chile.
Este nuevo producto se llama Sal de Mar Líquida Rocío de Oro, es íntegramente elaborado en Cáhuil y sólo está suplementado con yodo de acuerdo a lo exigido por el Reglamento Sanitario de los Alimentos y la Secretaría Regional Ministerial de Salud.
Quinteros explica que “este formato logra conservar el rico y agradable sabor que produce en el paladar la sal de mar con la ventaja de contener cuatro veces menos sodio, ayudando así a disminuir su ingesta con el objetivo de prevenir y reducir el riesgo de hipertensión y las enfermedades asociadas a esta patología crónica”.
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