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Meditar mejora la función inmunológica


Que la práctica diaria de la meditación mejora el bienestar lo saben desde hace siglos en oriente pero es un conocimiento que recién estamos incorporando por este lado del mundo. Y es que entro de los beneficios que se le han encontrado a esta actividad está el que entre otras cosas mejora el sistema inmunológico.


“La meditación es una práctica consciente que nos permite estar en el presente. Si estamos demasiado concentrados en el pasado, somos más susceptibles a las experiencias depresivas, y por el contrario cuando nos enfocamos demasiado en el futuro, es probable que surjan sentimientos de ansiedad”, comenta la Dra. Catherine Jackson, psicóloga clínica licenciada y neuro terapeuta certificada por la junta en servicios neuro holísticos óptimos. "La meditación nos permite entrenar nuestro cerebro para que se concentre cada vez más en el presente y, al hacerlo, poder reducir los factores estresantes que afectan negativamente al sistema inmunológico".


Esto ocurre ya que la meditación ayuda a reducir los niveles de cortisol, también conocida como la "hormona del estrés" y "demasiado estrés hace que el cuerpo produzca demasiado cortisol, y cuando el cuerpo experimenta estrés durante demasiado tiempo, se vuelve crónico, lo que lleva a una producción hiperactiva de cortisol que resulta en inflamación", señala Jackson.


Agrega además que "cuando las personas están estresadas crónicamente, sus niveles de cortisol son altos y esto puede poner en riesgo su funcionamiento inmunológico", explica Nicole Avena, PhD, profesora asistente de neurociencia en la Escuela de Medicina Mount Sinaí y profesora visitante de Psicología de la Salud en la Universidad de Princeton. "La meditación puede ayudar a las personas a relajarse y reducir la ansiedad, lo que puede reducir los niveles de cortisol ... y puede ayudar a mejorar nuestra respuesta inmunológica".


¿Luchar o huir?

La meditación también puede ayudar a cambiar el cuerpo del sistema nervioso simpático, también conocido como modo de "lucha o huida". “La meditación induce el sistema parasimpático, que es el sistema de 'descanso y digestión'”, comenta la doctora y entrenadora de medicina del estilo de vida Kathy Tsapos Parmele, MD. "Induce una amplia variedad de cambios bioquímicos al disminuir la expresión génica de proteínas relacionadas con la inflamación y mejorar la expresión de genes relacionados con la respuesta inmunitaria".


Otro aspecto a considerar es que tal como destaca Tsapos Parmele "los cambios fisiológicos incluyen disminuciones en el consumo de oxígeno, la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria" y agrega que "estos efectos saludables afectan a todo el organismo porque reducen la cascada de estrés inflamatorio que conduce a la disfunción inmunológica".


Intestino sano

El sistema digestivo juega un papel importante en la inmunidad. Las formas en que la meditación impacta el cuerpo (por ejemplo, al reducir las hormonas del estrés), pueden ayudar a mantener un intestino sano, lo que, a su vez, puede favorecer un sistema inmunológico saludable.


“La disminución de las respuestas al estrés mejora la función intestinal a través del eje GI-neuronal. Una gran parte de nuestro sistema inmunológico vive en el intestino como parte del tejido linfoide asociado al intestino (GALT, por sus siglas en inglés)”, explica Tsapos Parmele. "La meditación disminuye la activación del sistema nervioso simpático, que a su vez reduce la liberación de cortisol y norepinefrina, disminuye la permeabilidad intestinal (también conocida como intestino permeable) y reduce la activación inapropiada del sistema inmunológico que de otro modo conduce a trastornos autoinmunes".


Para comenzar a sentir los efectos basta una sesión pero para "cuanto más medites, mejor será la respuesta". Destaca también que “en nuestro sistema nervioso central, la práctica de cualquier actividad nueva da como resultado la neuro plasticidad: el crecimiento de nuevas conexiones neuronales que se unen y se vuelven más robustas cuanto más prácticas. De la misma manera, cuanto más meditas, más se unen esas conexiones neuronales y puedes alcanzar más rápidamente un estado parasimpático, lo que lleva a una mejor función inmunológica y una disminución de la inflamación".


La autoexigencia por hacerlo todos los días y la búsqueda de la perfección pueden no ser buenos aliados al comenzar a realizar la práctica “Muchos de nosotros nos emocionamos por empezar y afrontamos demasiadas cosas muy rápido. O nos sentimos abrumados o intimidados ante la idea de meditar, especialmente si eres nuevo”, añade Jackson. “Empieza con lo que te resulte cómodo y elimina la necesidad de sentir que tienes que hacerlo perfectamente. Si tu mente divaga, devuelve suavemente tu atención al foco de tu meditación o cuando notes que te estás quedando dormido. Cuanto más practiques esto, mejor se volverá y más beneficios obtendrás".


Para colaborar en esta tarea Fitbit Sense, el reloj inteligente de salud avanzado, informa y motiva a llevar una vida más saludable gracias a sus innovadoras funciones de control del estrés, de la temperatura cutánea, de la salud cardiaca y calificación del sueño. Con su escáner EDA permite llevar un registro y control del estrés. Mientras que, con las meditaciones guiadas, que se encuentran en la app de Fitbit, se puede elegir entre varias opciones para realizar la meditación.


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