La imagen de un desnudo tiene efectos según la sociedad, en la antigua Grecia era admirada en sus atletas y esculturas, en la Edad Media un acto aberrante y en nuestra sociedad… depende de la mirada. Y eso porque puede ser tanto un acto de protesta como motivo de condena social, especialmente si se trata de fotos de carácter sexual (pack) que se envían en el contexto de una relación formal o informal y que salen a la luz sin el consentimiento de la persona involucrada.
Ya son varias las figuras públicas que se han visto afectadas en Chile y en el mundo por esta situación y es cosa de escuchar sus testimonios para saber cómo la experiencia las ha llenado de vergüenza, incomodidad e inseguridad, entre otras cosas, además de los efectos en su trabajo siendo en algunos casos despedidas.
Pero no es necesario ser conocida en el mundo de la música, el teatro o la televisión para ser víctima de la práctica de hacer público material privado.
Eso bien lo sabe la agrupación Leypackahora (Instagram @leypackahora), un colectivo que surgió espontáneamente hace algunas semanas – durante la pandemia- en busca de apoyar una ley que sancione la divulgación de fotos íntimas sin autorización de la persona involucrada.
Quiénes están detrás de Leypackahora es, como explica Paz Tondró una de sus siete fundadoras, “una organización de mujeres auto convocadas”.
¿Qué hecho motivó su aparición?
Todo comenzó cuando en redes sociales comenzamos a notar un aumento de funas y denuncias públicas en relación a la difusión no consentida de imágenes. Yo personalmente tengo ya una red social bastante concurrida y acudían a mí chicas en busca de orientación sobre este tema, saber si podían denunciar y cómo poder hacerlo, siempre la respuesta a esta problemática era la misma: no se puede denunciar porque no es delito. A raíz de esto, con otra de las fundadoras de esta organización, escribimos una columna de opinión para un diario digital, lo que terminó por asentar las bases de que efectivamente necesitábamos que se sancionara esta conducta.
En el Senado ya había un proyecto de ley que tipificaba esta conducta como delito, por lo que en un principio nacimos en pos de presionar para que este proyecto fuese finalmente aprobado por el Senado y posteriormente promulgado por el ejecutivo. Así fue como nos reunimos.
¿Qué hace la diferencia para que un desnudo voluntario se convierta en pack?
Toda la idea detrás de un pack es que efectivamente son desnudos voluntarios, tú consentidamente te sacas una foto con contenido sexual. El problema surge a partir de que es lo que pasa una vez envías esas imágenes, porque al hacerlo te basas en una relación de buena fé con quien las recibe, quien por lo general también te envía imágenes de vuelta. El concepto del pack es justamente el conjunto de estas imágenes, que tienen el problema que después comienzan a circular sin el consentimiento de la persona que en ellas aparece.
Desde su experiencia cercana con testimonios ¿cómo afecta esto a una mujer?
A una mujer la afección no solo es a la intimidad, sino que debido a la configuración patriarcal de nuestra sociedad, es apuntada socialmente de una manera negativa. Muchas recibiendo calificativos peyorativos hacia ellas, otras que pierden sus trabajos y la mayoría que termina abstrayéndose en su propia vida porque ha sido vulnerada su intimidad sin que ella consintiese para esto. Al darse cuenta que la justicia no proporciona los medios adecuados para la sanción de esta conducta, también queda en ellas la sensación de impunidad, de que lo que le pasó a ella no importó realmente. Hay chicas que incluso se han suicidado a partir de este slut-shaming.
Se trata de fotos de carácter sexual (pack) que se envían en el contexto de una relación formal o informal y que salen a la luz sin el consentimiento de la persona involucrada.
¿Y en qué consiste la propuesta de una ley pack?
La propuesta de la ley, sería sancionar a quien difundiera de manera no consentida estas imágenes, debido a que este supuesto hoy en Chile no es delito. Por tanto si una persona difunde tus imágenes íntimas sin tu consentimiento, no puedes hacer nada. La idea es que esto se sancione, enfocándose en una protección a la indemnidad sexual de las personas que pudiesen verse afectadas por la difusión no consentida de sus imágenes.
¿Su propuesta tiene antecedentes en otros países?
Si, en varios países se encuentra regulado como delito, como por ejemplo España y no es que sea una propuesta de nosotras, el proyecto que se encuentra en el Senado fue iniciativa de las diputadas Maite Orsini y Maya Fernández.
¿Cómo ha sido el crecimiento de la agrupación Leypackahora?
El crecimiento en RRSS ha sido proporcional al contenido que hemos entregado, el cual se basa principalmente en generar colectivamente una concientización sobre estos actos y por qué es necesario salvaguardar este bien jurídico mediante la tipificación de este delito.
¿Qué conductas se deben promover para evitar que siga ocurriendo? ¿solo penalización?
Definitivamente el problema no se acaba con la penalización de la conducta, porque el que sea penalizada solo acarreará que efectivamente exista una sanción, más no la eliminación por completo de la conducta. Es necesario que se promueva una educación en torno al tema, que se exprese por qué está mal y que se entienda que la intimidad de las personas no debe transgredirse. El foco no debe estar en ‘’no envíes tus imágenes’’ sino en educar que transgredir esta confianza que ponen en ti, de que guardarás solo para ti el material, está mal.
¿Esto involucra solo a mujeres o también incorpora a hombres, comunidad LGBT+?
Como todo delito, no hace una distinción de género la verdad. Si bien a quienes les repercute socialmente de peor manera es tanto a mujeres como a disidencias, y es por tanto que esperamos una perspectiva de género en el proyecto, esto no obsta en ningún sentido que sea denunciado por hombres. Es necesario también que ellos dejen de lado la creencia patriarcal de que no sufren violencia, que si denuncian algo de este tipo serán mal mirados por sus pares. La difusión no consentida de imágenes es violencia digital.
¿Existe real conciencia sobre este problema?
No realmente, por eso cada día tanto nosotras, como diversas agrupaciones feministas trabajan para generar la conciencia que hace falta en cuanto a la educación. Aparte, tampoco hay conciencia de que esto no es delito, porque socialmente se cree que todo lo que aparentemente puede ser denunciado a la PDI es delito, entonces nadie se preocupa realmente de la situación hasta que le toca y se da cuenta que no hay una protección a nivel sistemático.
Mientras la ley sigue en el Congreso este grupo de activas mujeres sigue trabajando por difundir la importancia de realizar este tipo de cambios en nuestra sociedad.
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