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Hambre por estrés, ¿Qué hacemos?


La cocina se ha convertido en uno de los grandes pasatiempos durante este confinamiento pero por entretenido que sea hay quienes no logran controlar el comer de más. Si a eso sumamos que la incertidumbre y estrés que produce la crisis sanitaria también puede causar hambre nos enfrentamos a una situación más complicada.


Según explica Susan Bowerman, Directora de Educación y Capacitación en Nutrición Mundial de Herbalife Nutrition: “Estos cambios repentinos y la necesidad de adaptarnos rápidamente pueden hacernos sentir estresados. Podría sorprenderte saber que la ansiedad y el estrés pueden manifestarse en tus patrones de alimentación, que generan lo que comúnmente llamamos comer como consuelo emocional o por estrés”.


La pregunta entonces es por qué frente a esto sentimos necesidad de comer. La especialista aclara que esto ocurre para escapar de los sentimientos negativos que tenemos, con la esperanza de que la comida mejore el ánimo. Destaca además que esto no siempre es una decisión consciente y que el estrés y el aburrimiento pueden provocar que comas por consuelo emocional, sobre todo si estás encerrado en casa, rodeado de comida todo el día. “Ya sea que estés pidiendo comida reconfortante a domicilio que contiene más calorías que tus comidas habituales, o que estés cocinando en casa solo con los ingredientes que tienes a la mano, puede que no estés comiendo como solías hacerlo”, explica.


La situación se puede volver más compleja porque según detalla el estrés puede provocar fatiga o depresión, así que una alimentación saludable puede opacar a la comida reconfortante. Aquellos alimentos reconfortantes con alto contenido calórico pueden estimular la liberación de ciertos químicos en nuestro cerebro que nos hacen sentir bien, pero a la vez, nos mantienen comiendo. En un círculo vicioso, comer en exceso puede provocar un aumento de peso y altos niveles de estrés, y por ende, seguir comiendo en exceso.


Las recomendaciones de Susan Bowerman para frenar el estrés y practicar buenos hábitos alimenticios son:


  • Acepta tus sentimientos: Está bien sentirnos enojados, solitarios y aburridos de vez en cuando. Estos sentimientos pueden ser desagradables, pero no son peligrosos y no siempre es necesario “componerlos”. Permite que tus emociones fluyan sin juzgarlas.

  • Busca otras alternativas a la comida: Por ejemplo, una taza de té podría funcionar o distráete con algún hobby. Si sientes la necesidad de comer, prueba alimentos crujientes; te ayudarán a liberar el estrés poniendo a trabajar los músculos de la mandíbula. Intenta bocadillos como almendras, nueces o zanahorias.

  • Come de forma habitual y no te saltes comidas: Date la oportunidad de comer. Cuando estás estresado, es fácil posponer las comidas o incluso saltarlas todas, sin embargo, los niveles de energía, como resultado, se verán afectados y podrías terminar comiendo de más, incluso después de haber terminado de comer. Si el estrés mata tu apetito, intenta comer pequeñas cantidades de comida más seguido durante el día.

  • Reduce la cafeína: Las personas suelen sentir una falta de energía cuando están estresados y recurren a la cafeína como estimulante. Sin embargo, puede alterar tu descanso en la noche. Si la cafeína te mantiene despierto en la noche, opta por bebidas descafeinadas o té.

  • Intenta llevar una alimentación consciente: Cuando comes de manera consciente, intentas estar más alerta de las señales internas de tu hambre y saciedad, y también más en sintonía con lo que las desencadena.


La profesional de Herbalife Nutrition detalla que “sin duda alguna, esta pandemia añadió estrés a nuestras vidas, pero aprender a lidiar con ella puede hacer que las personas que te importan, tu comunidad y tú sean más fuertes”.


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