La crisis sanitaria que aún enfrentamos ha dejado importantes costos en el área económica y ha obligado a muchos a ser creativos para poder mejorar la situación económica o laboral en la que los dejó la pandemia.
Entre las áreas que han visto crecer el interés fue el o de la comercialización de productos eróticos, el cual suma y suma nuevos clientes a nivel nacional y requiere de una inversión inicial de $150.000.
Esto se debe a que “el sexo es parte de aquellas necesidades humanas indispensables para la buena cotidianidad, por lo que se puede decir con toda certeza que el sexo es tan buen negocio como la minería o el petróleo”, afirmó Cristian Marulanda, Jefe de Logística de Long Love, una de las comercializadoras sex shop más importantes del país.
Sin embargo, sostuvo que la confidencialidad en el rubro es importante, ya que “si bien es cierto que hoy en día se puede hablar más abiertamente sobre el sexo, preferencias, gustos, fetiches y autoexploraciones, también es cierto que aún existe temor de personas al prejuicio (al qué dirán). Por ello el escenario de los 'sex shops' depende de la confianza y la reserva con que el empresario (emprendedor) maneje a sus clientes, pues al proporcionar discreción, estos con mayor comodidad harán sus pedidos”.
Crecimiento en pandemia
Para muchos emprendimientos, la pandemia y las cuarentenas no fueron un impedimento para hacer dinero, sino por el contrario. “Una de las ventajas del comercio online es que tenemos la comodidad de permanecer en nuestros hogares, sin tener que preocuparnos por tener que salir a buscar empleo. De esta forma se creó LongLove para la venta directa y generar emprendimiento en regiones con la venta de los productos que importamos de manera fácil y directa”.
Empezar este emprendimiento es posible con una inversión inicial de $150.000 como mínimo, para pedidos al por mayor, utilizando las redes sociales como canales de difusión y de ventas. Según Marulanda, es clave “cumplir en la información que se le brinda al cliente, en cuanto al stock de productos, tiempos de servicio, precios, formas de pago, forma de entrega, tiempos de despacho, etc.”.
El margen de ganancias de los emprendedores asociados puede llegar al 300 % aproximadamente, lo que permite obtener una utilidad para vivir de ello e invertir. “Sin embargo, es bueno que el emprendedor entienda que el emprendimiento funciona siempre y cuando se sea disciplinado, se conozca el producto (al menos su correcto funcionamiento), se le informe constantemente al cliente, se le haga además buenas recomendaciones, tener discreción y lo más importante que nunca se juzgue las preferencias, fetiches o gustos de sus clientes”, añadió.
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