La piel colgante bajo los brazos, conocida como “chaito” o “alas de murciélago”, es una condición común que preocupa a muchas personas sobre todo a partir de los 40 años, aunque puede aparecer antes dependiendo de factores como el estilo de vida, la genética y la fluctuación de peso. Este fenómeno ocurre principalmente por una combinación de pérdida de elasticidad en la piel, acumulación de grasa localizada y disminución del tono muscular.
¿Por qué aparece el “chaito”?
El envejecimiento natural es uno de los principales responsables. A medida que cumplimos años, la producción de colágeno y elastina —las proteínas que mantienen la piel firme y tersa— disminuye significativamente. Este proceso, combinado con la pérdida de masa muscular y el aumento de grasa localizada en los brazos, genera una apariencia flácida. Además, factores como el sedentarismo, la exposición al sol y las fluctuaciones de peso contribuyen a agravar el problema.
Según explica la Dra. Montserrat Fontbona, cirujana plástica y co-fundadora de Clínica Áurea, este problema no es únicamente estético. “La flacidez en los brazos, común después de los 40 pero también presente en personas más jóvenes tras cambios de peso, puede afectar la confianza y comodidad al vestir. Lo importante es entender que hoy existen tanto alternativas quirúrgicas como no quirúrgicas para abordar esta condición. Entre las no quirúrgicas, contamos con opciones efectivas para tratar la flacidez, musculatura, adiposidad y celulitis”, explica.
En la actualidad, los avances tecnológicos han revolucionado la forma de abordar este problema. Estos tratamientos se diseñan para trabajar de manera integral y personalizada, utilizando tecnologías que se adaptan a las necesidades de cada paciente:
- CoolSculpting*: Este procedimiento utiliza criolipólisis para eliminar la grasa localizada de manera no invasiva. Es ideal para quienes tienen depósitos de grasa difíciles de reducir, incluso con ejercicio y dieta.
- EM Sculpt Neo*: Combina energía electromagnética de alta intensidad y radiofrecuencia, lo que permite reducir grasa localizada y tonificar los músculos al mismo tiempo.
- EM Tone*: Diseñado específicamente para tratar la celulitis y la flacidez profunda, mejorando la textura y calidad de la piel.
- Venus Legacy*: Utiliza radiofrecuencia multipolar para combatir la flacidez, mejorar la textura de la piel y estimular la producción de colágeno.
*Las tres tecnologías se encuentran aprobadas por la FDA.
La clave del éxito de estos tratamientos está en su capacidad para tratar todos los aspectos relacionados con la pérdida de firmeza en la zona. Como menciona la Dra. Fontbona: "No se trata solo de eliminar grasa; es fundamental mejorar la firmeza de la piel y recuperar el tono muscular. Cada paciente tiene necesidades únicas, y por eso nos enfocamos en soluciones integrales que permiten obtener resultados naturales, con tiempos de recuperación mínimos".
¿Cuándo considerar un tratamiento?
Aunque los primeros signos de flacidez pueden aparecer en los 30, es a partir de los 40 o 50 cuando la flacidez se hace más evidente. Sin embargo, no hay una edad específica para iniciar un tratamiento; lo más importante es buscar una evaluación profesional que determine las opciones más adecuadas según las características de cada caso y siempre acudir a clínicas que tengan las certificaciones correspondientes y trabajen con los especialistas adecuados.
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