Por Nicolás Fernández, Presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje, ANIR.
Pocos días antes del Día Internacional del Reciclaje, se reúne en su 11º asamblea anual de socios, la Industria del Reciclaje en Chile. Contando con una altísima participación y compromiso de sus socios, la cuenta anual del gremio revela como esta industria está en un momento clave en cuanto a su desarrollo de cara al futuro. Chile es hoy un país donde el impacto positivo al medio ambiente se ha tornado una misión transversal. Dentro de pocos años, habremos dado un giro sustancial hacia la sostenibilidad y el uso consciente de recursos naturales, impulsado sobre todo por las nuevas generaciones, impacientes por generar un cambio positivo.
Es cierto, la industria del reciclaje goza de buena aceptación, es considerada como un aporte innegable al desarrollo de un país. El mundo ya no concibe el desarrollo de la humanidad desacoplado del cuidado del medio ambiente, entendimos que de no hacerlo, simplemente no hay futuro sano para las próximas generaciones. Más de 15.000 empleos directos y sobrepasando los 50.000 indirectos, sostienen los socios de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje – ANIR. Más de 5.000.000 de toneladas son gestionadas por las más de 100 instalaciones a lo largo del país, logrando que millones de toneladas de materiales no lleguen al fin de su ciclo de vida. Eso es un impacto positivo del cual debemos estar orgullosos como país, y que ciertamente debemos cuidar.
Siendo así, ¿por qué razón no facilitamos e incentivamos con mayor fuerza el desarrollo de esta industria? ¿Porqué, siendo tan evidente la necesidad de acelerar su impacto y de gozar de sus beneficios lo antes posible, no la ponemos primera en la fila? Esto no se trata de encontrar un culpable en particular, porque no lo hay. Lo que sí hay, es una gran oportunidad de generar unidad y colaboración sin mirar atrás, de lograr reunir al ecosistema y crear los incentivos y materializar la voluntad de generar los cambios para que la industria prolifere.
Así como toda la ciudadanía gozará de los beneficios que nos aporta cada acción de la industria del reciclaje, tal como un círculo virtuoso, debemos brindarle a esta los medios, recursos e incentivos para que se desarrolle…resulta muy obvio. Que un proyecto tarde entre 3 a 10 años para poder obtener los permisos respectivos de operación, es simplemente un disparo a los pies, un obstáculo autoimpuesto. O que un emprendimiento no tenga, por ejemplo incentivos tributarios, o recursos mínimos para perpetuarse, es desechar e incluso ignorar la oportunidad de acelerar la industria.
Muchas veces, si es que no siempre, estos problemas radican en el aparato público, donde lamentablemente existen muchos servicios del estado (37) que no trabajan 100% en sintonía. Sin embargo esto no es algo nuevo, y desde hace un tiempo los gobiernos están avanzando en destrabar los procedimientos, buscando reunir todo el proceso en un sistema centralizado y simplificado. Ya presentado como ley Marco de autorizaciones sectoriales, y a la espera de su aprobación, el Servicio Inteligente de Permisos y Evaluación Ambiental 2.0 serán un avance significativo para incentivar a las empresas a presentar proyectos, y por sobre todo fomentar aún más la inversión, dando seguridad jurídica y confianza a la inyección de capital que requiere nuestro país.
Comunicar es fundamental, punto. Hoy en día, el mundo está informado al segundo y las comunicaciones son una de las herramientas más importantes para generar cambios. Es necesario invertir en comunicar para educar y sensibilizar a la ciudadanía. El punto crucial en el cual un material se transforma en un residuo, está literalmente en manos de la ciudadanía. La decisión clave entre “desechar un residuo” o “recuperar un material”, la tomamos día a día todos los ciudadanos. Ahora bien, ¿de quién es la tarea de comunicar? Muy simple, de todos. Cualquier integrante del ecosistema, sea grande o pequeño, privado o público, tiene el poder de generar cambios mediante la comunicación. Y nuevamente nos encontramos frente a un círculo virtuoso, pues mientras más comunicamos, más crece la industria y su impacto positivo.
Todo está alineado en Chile para aprovechar las oportunidades de ser un país ejemplo a seguir. Está la inversión disponible, las nuevas generaciones de emprendedores preparados para innovar, gremios absolutamente disponibles a entregar su aporte y, una ciudadanía que sin duda preferirá siempre un país más limpio y sustentable. Debemos ser inteligentes y aprovechar el impulso.
En este día mundial del reciclaje, más allá de recordar y reforzar el llamado a reciclar, lo tomo como un llamado a reunirse y colaborar estratégicamente para potenciar esta industria, que no solo traerá beneficios a todos los ciudadanos sino que también nos llevará a ser más conscientes en el uso de recursos naturales, cuidando y respetando la casa que dejaremos a nuestras futuras generaciones.
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