Se estima que existen 35 millones de nómadas digitales en todo el mundo, es decir, personas que combinan el trabajo a distancia y viajar entre países y continentes por diversos períodos. Brasil ofrece visados especiales para inmigrantes sin relación laboral en el país, cuyo trabajo puede ser realizado de forma remota. Además de paisajes deslumbrantes con buena conexión a Internet, las autoridades están negociando acuerdos con organizaciones internacionales especializadas en armar redes de servicios para que los nómadas digitales se instalen en el país.
Villa Nómade
En la paradisíaca Playa de Pipa, en Tibau do Sul (Rio Grande do Norte), una iniciativa oficial está construyendo Villa Nómade, la primera ciudad especial para trabajadores nómadas de América del Sur. El lugar -en sociedad entre el Ministerio de Turismo y la portuguesa Nomadx, una de las mayores empresas del segmento en el mundo- fue elegido por ser un destino que combina naturaleza, buena conexión a Internet, seguridad, tranquilidad y buen clima todo el año para disfrutar de sus características playas y dunas.
Florianópolis
La capital de Santa Catarina es conocida como la "Isla Mágica" y hace honor a su nombre por su variedad de clubes, buenos restaurantes, una centena de playas e islas para disfrutar, un invierno benigno y buenas conexiones que facilitan el trabajo digital. Con el circuito de senderos montañosos urbanos más extenso del país, "Floripa" combina el refinamiento de una gran ciudad con un exuberante entorno natural.
Itacaré
Ya sea en playas de agua salada o dulce, el nómada digital o el trabajador remoto que viaja por Brasil tiene que hacer escala en Itacaré, uno de los destinos más bellos del litoral de Bahía, cubierto por la mata atlántica y con playas prácticamente desiertas. Allí, el viajero trabajador entra en contacto con la tranquilidad que ofrece la región, donde es posible conocer los atractivos a pie. El clima (cálido todo el año) es el de una pequeña ciudad con una infraestructura ideal para el trabajo.
Guaramiranga
Otro paraíso que deja marcada la experiencia de la vida nómada es Guaramiranga (Ceará). De estilo colonial y con reminiscencias de la arquitectura suiza (por eso es conocida como la "Suiza Cearense"), Guaramiranga despierta curiosidad por tener ese aire europeo, con clima frío y lluvia fina, en el estado de Ceará, conocido por ser un destino tradicional de sol y playa. En la Suiza cearense, el viajero también encuentra bosques frondosos.
Ouro Preto
Para los nómadas que disfrutan de la historia, nada mejor que instalar la "oficina" en la ciudad colonial de Ouro Preto (Minas Gerais). Escenario de la Inconfidência Mineira (Conspiración Minera) y repleta de monumentos, la ciudad respira historia y el nómada que se siente en un café o restaurante o camine por las calles de Ouro Preto retrocederá en el tiempo y se dará cuenta de la grandeza de un período histórico durante el cual la explotación minera fue crucial para el crecimiento de la región. Mayor conjunto barroco del mundo y una de las principales regiones del ciclo del oro, la ciudad es un museo al aire libre y fue el primer destino brasileño considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Acuerdos
La Agencia Brasileña de Promoción Internacional de Turismo, Embratur, anunció en marzo que se asociará con la empresa portuguesa NomadX para estimular la creación de coworkings enfocados a extranjeros que quieran viajar a Brasil y trabajar a distancia al mismo tiempo (los llamados “nómadas digitales”). El asunto fue discutido durante la Feria Internacional de Lisboa, uno de los eventos turísticos más importantes de Europa, entre el presidente de Embratur, Marcelo Freixo, y el CEO de NomadX, Gonçalo Hall, que gestiona una red de espacios de este tipo en varios países.
"La nueva Embratur se centrará en la innovación y la tecnología para traer más extranjeros a nuestro país y mejorar la experiencia de quienes vengan a visitarnos. NomadX ya está en Pipa, en Rio Grande do Norte. Queremos ampliar esta red para recibir a más turistas en Brasil", dijo Freixo.
NomadX reúne actualmente a una comunidad de unos 20.000 nómadas digitales que viajan por el mundo. La empresa tiene sedes en Lisboa, Caparica, Madeira, Cabo Verde y Pipa. "Hoy tenemos una comunidad de unas 50 personas que utilizan nuestro espacio en Pipa. Un nómada digital gasta una media de 1.800 euros al mes y pasa unos 2 meses en cada lugar. Estamos hablando de jóvenes entre 25 y 35 años que ganan entre 3 y 5 mil euros de sueldo. Tiene un impacto importante en la economía de las pequeñas ciudades", explicó Gonçalo.
Algunas ciudades brasileñas han manifestado su interés por recibir a los nómadas digitales: João Pessoa (PB), São Miguel do Gostoso (RN), Recife (PE), Maceió (AL), Santos (SP) y Florianópolis (SC).
Gonçalo explicó que este tipo de visitante no sólo está interesado en disfrutar de las atracciones turísticas. Según el director, buscan insertarse y vivir las experiencias en la comunidad como si fueran locales. "Consumen en los establecimientos a los que les gusta ir a los residentes, quieren aprender la cultura local, algunos acaban enseñando lenguas extranjeras a los niños. Es una experiencia de inmersión que tiene muchas derivadas para las ciudades pequeñas", concluyó.
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