La cultura Chinchorro, que habitó en el norte de Chile, embalsamaba a sus muertos mucho antes que los egipcios. Eso es parte de lo que quieren dar a conocer en forma más masiva en el Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) con la muestra “Chinchorro, trascender a la muerte” que se exhibirá hasta agosto del 2019.
Los chinchorro habitaron las costas desérticas del sur del Perú y norte de Chile y nos dejaron como legado los cuerpos momificados más antiguos del mundo (9.000 a 7.000 años) con lo que superan las egipcias y en la actualidad son postulados a ser considerados como Patrimonio de la Humanidad.
La exhibición muestra en detalle lo conocido hasta ahora sobre ellos y además cuenta con el apoyo de elementos tecnológicos para acercarlas de manera más clara al público. Entre las acciones que se realizaron para esto se encuentra la alianza entre el MNHN y la Clínica Las Condes.
En este sentido Claudio Gómez, director del Museo Nacional de Historia Natural, señaló que: “Nuestra institución custodia importantes colecciones de la cultura Chinchorro, colecciones que ya han sido puestas en valor en el ámbito de la investigación, y ahora esta exposición nos otorga la oportunidad de abrir esas colecciones al público, lo que nos tiene muy entusiasmados. Esta exposición ha sido preparada con mucho tiempo y además ha implicado una alianza con la Clínica Las Condes, que ha aportado un componente tecnológico de punta que, entre otras cosas, nos permite vislumbrar algo que hasta hace poco era imposible: el rostro de los Chinchorro. Además esta muestra tiene componentes en braille para que la población con discapacidad visual también pueda apreciar los contenidos de la exposición, lo que es un aporte a la inclusión”.
Asimismo, el Dr. Marcelo Gálvez, Jefe del Centro de Innovación de la Clínica Las Condes, agregó que: “Gracias a los adelantos médicos que contamos y a las técnicas de impresión 3D, podemos realizar este tipo de imágenes y modelos para los pacientes que requieren cirugías complejas y así planificar con información que no estaba disponible hace unos años atrás. Por eso, la posibilidad de utilizar esta misma tecnología en habitantes que vivieron en nuestro territorio hace siglos, y de cierta forma volverlos a la vida y poder ver sus rostros, es una de las maravillas que podemos aportar como hospital”.
Hasta el mes de agosto de 2019, en el Salón Central del Museo Nacional de Historia Natural. La entrada totalmente gratuita.
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