Recordando a la comunidad que aún queda tiempo para seguir juntando pilas en desuso, la Dirección de Medio Ambiente Aseo y Ornato (DIMAO) de Castro Municipio y Saesa hicieron un llamado a la comunidad a no olvidarse de la campaña “No + Pilas”.
La iniciativa, que el año pasado recolectó 1.500 kilos de pilas a nivel provincial, pretende reducir la cantidad de baterías circulantes, acopiando estos residuos en dependencias municipales hasta el 30 de noviembre. Luego de ello, Saesa reunirá las pilas del archipiélago de Chiloé y hará un envío masivo a la comuna de Florida en la Región del Biobío, donde una compañía de gestión y tratamiento de residuos las encapsulará para evitar sus efectos nocivos en el medio ambiente.
Patricio Bravo, funcionario de la Dimao, explicó que diversas instituciones ya se han sumado a la campaña. “Han venido colegios, escuelas rurales con mucho entusiasmo y se han pegado el viaje, muchas veces largas distancias, para traer sus pilas al municipio. Se ve también que hay un gran compromiso de las familias, de los niños y los colegios, teniendo en cuenta lo peligrosas que son”, resaltó.
Por su parte, Javiera Fontecilla, jefa de Servicio al Cliente de Saesa en Chiloé, explicó que ya queda poco tiempo para recolectar las baterías, por lo que es necesario que la comunidad se entusiasme haciendo entrega de sus pilas -en botellas limpias y con tapa- en el edificio consistorial en calle Blanco 273 o en el taller municipal, ubicado en Avenida Galvarino Riveros 937.
“Queremos dar un pequeño impulso, para que no olviden que estamos con la campaña no más pilas, para que desde sus casas puedan reunir las pilas cuando vayan quedando en desuso. Lo pueden hacer en bidones o botellas y aprovechamos también de reciclar los envases de jugos de boca ancha. El único requisito es que los envases estén secos”, puntualizó.
Importante
El daño que causa una pila en el medioambiente es muy significativo. Una sola pila de reloj tiene la capacidad de contaminar toda el agua de una piscina olímpica. Además, estas baterías poseen metales y elementos peligrosos como mercurio, cadmio, níquel, litio, plomo, manganeso y zinc, pudiendo causar daños irreparables al medio ambiente y a la salud de las personas.
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