El otoño no solo trae la caída de las hojas, con él, aunque no siempre se sabe, llegan algunas alergias. Y con el fin de enfrentarlas de mejor forma es que los especialistas del Centro del alérgico nos aclaran algunas dudas.
En el caso de los niños, la alimentación en lugares con más gente, asistencia a cumpleaños infantiles o compartir comida con los compañeros, son situaciones de potencial exposición a alérgenos.
En general, la llegada del otoño trae consigo la baja de temperaturas y, por tanto, un mayor uso de la calefacción en los hogares. La menor ventilación, junto con el aumento de la humedad ambiental, crean la situación perfecta para la proliferación de los ácaros del polvo.
También influyen aspectos como:
El repunte de enfermedades virales en la estación de otoño. Además de producir los síntomas normales, estos virus activan los efectos de las alergias y hacen que los síntomas sean peores.
La relajación en la toma de la medicación de mantenimiento. La ausencia de síntomas durante el verano, el bienestar que ello supone y un mayor tiempo dedicado al ocio, puede suponer que olvidemos tomar la medicación necesaria, y que con la llegada del otoño la vuelta de los síntomas alérgicos sea más drástica.
El moho. Esta sustancia es problemática para los alérgicos durante todo el año, pero de igual manera que con los ácaros, el aumento de la humedad ambiental puede facilitar su aparición en mayor medida.
Visita de temporada
Uno de los males que aparece en esta época es la Rinitis alérgica. Es una reacción de las membranas de la mucosa de la nariz después de una exposición a ciertos alérgenos, como el polvo o el polen. En ocasiones, puede acompañarse de síntomas asmáticos.
- Asma predominantemente alérgica. Es secundaria a alérgenos como ácaros, pólenes, epitelios de animales, hongos, o alimentos. Es la clase de asma más frecuente.
- Alergias alimentarias. Como ya indicábamos anteriormente, en el caso de los más pequeños, la alimentación fuera de casa y el incremento de probabilidad de exposición ante alérgenos alimentarios, hace que el otoño sea una época típica en la que se den estas alergias.
- Alergias a mascotas. De igual manera que en el caso de los ácaros y los hongos, el descenso de las temperaturas hace que permanezcamos más tiempo en casa, y que, por ello, sea más probable que aparezcan alergias a los epitelios de estos animales.
- Dermatitis atópica. El otoño en sí mismo no tiene por qué empeorar sus síntomas, pero el regreso a la ciudad después del verano, el uso de lana o el frío, entre otros factores, suele provocar que la dermatitis atópica vuelva
manifestarse de forma más aguda.
Prevención
Según explica el Dr. Pedro Mardones Inmunólogo del Centro del Alérgico hay factores que crean las condiciones para la aparición de algunos de estos malestares. Entre ellos el descenso de las temperaturas, el aumento de la humedad ambiental, un mayor tiempo de estancia en los hogares y una menor ventilación en los mismos. Ente las recomendaciones que entrega el profesional se encuentran:
Mantener la vivienda ventilada y no hacer un uso
excesivo de la calefacción.
Cambiar los filtros de la calefacción y del aire acondicionado, con el objetivo de
evitar bombear aire con polen o ácaros.
Evitar los peluches en las camas de los niños, y lavar con frecuencia las sábanas,
así como limpiar el polvo con regularidad, con más empeño si cabe en los
dormitorios.
Para más información: www.centrodelalergico.cl
Av. Las Condes 6816, Las Condes
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